Vivimos en una época convulsa para las consolas y las tres grandes compañías del sector consolero, Sony, Microsoft y Nintendo, siguen moviendo ficha para determinar cuales son los pasos a seguir. ¿Prima el interés económico y la exploración de nuevos sistemas de mercado o la fidelidad al usuario y a la esencia del videojuego? Lo analizamos a partir de las palabras de Mike Ybarra, de Microsoft.
Todo viene a raíz de dos movimientos clave por parte de Microsoft y Nintendo en el mercado del sector tecnológico. El primero viene de la mano de la compañía americana Microsoft que, cómo ya presentaron en el E3 del pasado junio, pretenden lanzar al mercado una actualización de la Xbox «mucho más potente» en 2017, la llamada Xbox One: Project Scorpio. De momento solo sabemos una cosa, y es que sus desarrolladores nos aseguran que «va a ser la consola más potente jamás creada«.
Mike Ybarra, uno de los ingenieros jefe de Microsoft, ha salido a declarar durante esta semana lo siguiente: «queremos fijarnos en el mercado de los smartphones y las actualizaciones constantes para garantizar una rápida evolución del sector«. Lo que a priori podrían parecer unas inofensivas declaraciones de reivindicación, son en realidad unas palabras muy peligrosas para el mundo de las consolas tal y como lo conocemos hoy en día.
Ybarra viene a decirnos que la intención de Microsoft con Project Scorpio es lanzar al mercado un sistema que requiera actualizaciones y revisiones permanentemente para garantizar así su mejora. No obstante, no debemos olvidar que las revisiones del sistema, al igual que en el mundo de los smartphones, significan «volver a pagar por una versión mejorada». Sin duda, toda una declaración de intenciones que puede no favorecer en absoluto a la industria de las consolas en la que, tradicionalmente, cada generación cuenta con 5 años de vida, como mínimo.
Nintendo se desmarca
Lejos del posicionamiento de interés económico y tecnológico que han adoptado Sony y Microsoft durante los últimos años, Nintendo realiza el segundo movimiento clave del que hablábamos: lanzará en invierno al mercado una mini NES con 30 juegos pre-instalados y a un precio realmente asequible. Después de la jugada maestra realizada con ‘Pokémon Go’ en la que Nintendo no ha tenido que emplear la búsqueda de nuevos mercados y aún así ha revolucionado el mundo de los videojuegos, los japoneses se lanzan a por todas y regalan a sus usuarios una oportunidad muy buena de volver al pasado.
No olvidemos que 2017 será un año clave para el desarrollo total (o final) de las consolas que están por venir, y por el momento solo vemos que existe una paradoja muy clara. Mientras que Sony y Microsoft intentan revolucionar el mercado y cambiar los estándares para enriquecer al máximo a la industria, Nintendo sigue con su política conservadora y esencialista de cuidar el mundo de los videojuegos y pensar más en lo que los usuarios demandan y menos en lo que la industria necesita. Y los resultados de estos últimos hechos han catapultado a Nintendo de nuevo a la cima.
¿Quién tiene razón en todo esto, Nintendo o Microsoft? ¿Hay que explorar nuevas formas para enriquecer a la industria o mantener la esencia de que los consumidores son los realmente importante? ¿Tú que opinas?
