A veces los grandes problemas de seguridad se pueden descubrir por accidente. O que lo diga Microsoft, que gracias a un infante de apenas cinco años reparó una vulnerabilidad bastante importante en la gestión de contraseñas de la Xbox One.
El infante en cuestión se llama Kristoffer Von Hassel y «descubrió» casi por casualidad un método de saltarse la seguridad en la cuenta de su padre. Al ingresar la contraseña incorrecta en la pantalla de inicio de sesión, apareció una segunda ventana de verificación de contraseña, el cual solo había que llenar con espacios en blanco y listo: acceso permitido.
Papá Von Hassel, al descubrir el problema, dio aviso a Microsoft y la compañía procedió a arreglar el problema. De paso, agregó a Kristoffer a la lista de personas a las que se agradece su contribución descubriendo bugs y fallas, le regaló cuatro juegos y una suscripción por todo un año a Xbox Live. ¿Qué tal?
Demás está agregar que ya el «método» para iniciar sesión sin contraseña no sirve. Aunque nunca está demás probar.