De la unión de Intel y AMD nacen los nuevos procesadores que combinan las fuerzas de ambas compañías aprovechando sus virtudes.
Intel y AMD se alían para crear un nuevo procesador que combina las virtudes de las CPU’s de Intel con las de las GPU’s de AMD. De esta manera, nace un nuevo procesador Intel de 8ª generación que integra la GPU AMD Radeon RX Vega M.
Así es como quieren conquistar el mercado de los convertibles 2 en 1, los portátiles ligeros y los miniPC’s. Desde luego no se podrá comparar con los procesadores que tienen los ordenadores de sobremesa o portátiles gaming más potentes.
Este procesador no ha nacido para ser el más potente, si no para mejorar el rendimiento de los dispositivos nombrados anteriormente, ya que era inferior a un ordenador de los que tenemos hoy en día en casa.
Esta nueva familia permite combinar procesadores Intel Core i5 o Intel Core i7, con frecuencias de reloj de hasta 4,2 GHz, con el procesador gráfico Radeon RX Vega M de AMD, contando con 24 Compute Units y una frecuencia de reloj de 1190 MHz.
A esa GPU le sumamos los 4 GB de memoria HBM2, que permite obtener anchos de banda de hasta 205 GB/s.
Contamos también con la tecnología de Intel Dynamic Tuning, que nos permite ajustar en todo momento el consumo de la CPU, GPU y la memoria HBM2 para optimizar el rendimiento el equipo y su eficiencia energética.
Una de las ventajas de este procesador es el espacio que se ahorrará a la hora de montar los futuros convertibles ya que cuentan con un espacio más limitado que un ordenador cualquiera.
En las siguientes imágenes veréis las especificaciones de estos nuevos procesadores.
Si nos fijamos, su rendimiento es incluso mejor que la propia gráfica de NVIDIA, la GTX 950 M.
En definitiva, esta nueva gama de procesadores Intel se han creado para integrarse en los nuevos dispositivos convertibles y aumentar su rendimiento.
La pregunta que nos hacemos ahora es, ¿tendrán estas nuevas CPU’s el gran fallo de las vulnerabilidades Meltdown y Spectre?
