Intel ha anunciado que ya está disponible su última memoria Optane, en formato DIMM, con la que su tecnología X-Point se salta más pasos para acceder a la CPU.
Esta memoria no tiene que ver con las unidades de almacenamiento Optane que ya existen, aunque se basan en el mismo tipo de memoria. Al ser memoria persistente, Intel Optane DC está diseñada como aceleradora y extensión de la RAM convencional.
Optane DC. Innovación en almacenamiento.
Esta memoria está disponible en 3 modelos con sus distintas capacidades: 128, 256 y 512 GB por módulo, ofreciendo densidades de almacenamiento muy por encima de lo que pueden permitirse las DDR4 de hoy en día.
Al pasar al formato DIMM (módulo de memoria con contactos duales), Intel ha conseguido reducir drásticamente la latencia de sus memorias Optane, por lo que se convierten en un reemplazo o extensión de DRAM más viable que el formato PCI-e, ya que de esa forma hay más pasos para acceder al procesador.
Intel pretende que Optane permanezca como un medio de almacenamiento entre la DRAM y la memoria del sistema. Los datos importantes estarán en manos de la DRAM, mientras que los menos importantes se almacenarán en la unidad Optane, agilizando así el acceso del sistema a ella a una velocidad excepcional gracias a su cercanía a la CPU.
La compañía ha comenzado a enviar muestras para su análisis y ha presentado la tecnología en sistemas de 192 GB de DRAM y 1 TB de memoria persistente Optane.
Esperamos que Optane llegue al mercado a comienzos de 2019 y que sea compatible con la próxima generación de procesadores Xeon. Todavía no se sabe si este tipo de memoria se limitará a los sistemas de gama alta profesionales.
Lo que sí sabemos es que no será compatible con los productos Intel actuales, y tampoco se podrá usar con procesadores AMD.
Intel Optane DC tiene el potencial de cambiar cómo se emplean ciertas aplicaciones, así como ayudar a los fabricantes de servidores a montar sistemas con grandes bancos de memoria sin dejarse los cuartos en memorias DRAM DDR.
